Por fin una Gran Fondo en nuestra casa, Barcelona. El año pasado no pude asistir pero años atrás participé en la GF La Musara 2014 desde Reus y decir que ambas tienen ese sello inconfundible de gran evento y de recorrido espectacular por lugares frecuentes para los ciclistas de la zona pero con ese toque que sabe dar la organización para convertir un recorrido que creemos sin misterios en una jornada mágica para muchos.
Sin duda pueden haber aspectos mejorables en la organización pero lo que es indudable para todos aquellos que no sepan lo que supone organizar un evento de estas características son las dificultades extremas que suponen llevar un paquete numeroso de ciclistas por 140kms, desde una gran ciudad como Barcelona con las máximas garantías de seguridad. Eso para quienes nunca han organizado nada parecido no se lo pueden llegar a imaginar.
Por eso hacerlo desde Barcelona, desde la montaña mágica de Montjuic, salir por la Gran Vía por la Autovía y disponer de las costas cerradas, solo eso para los que sufrimos el denso tráfico de las ciudades, ya bien merece el precio de la inscripción.
Desde que vi el briefing del evento de la mano del co-fundador David Teixidó, ya pude comprobar la acertada filosofía y el taranà de la marcha, no competitiva, buscando la máxima seguridad con un número de participantes controlable sin buscar la masificación de otras marchas transitando por los paisajes más bonitos del litoral de Barcelona, Garraf y Penedès.
Dentro del briefing explicativo quiero resaltar el tema de la seguridad con una primera cápsula de velocidad controlada, salvo el tramo cronometrado de las costas, con un reagrupamiento después del primer avituallamiento de Sitges que me pareció muy acertado e incluso, poco usual en otras marchas donde el pelotón se estira y es imposible controlar ya nada.
Está claro que si has tenido todas las costas cerradas al tráfico para exprimirte, si así lo has deseado, luego reagrupar al mayor número de ciclistas a la cápsula de seguridad es un gran acierto para luego pasar en nutrido grupo por Vilanova i la Geltrú, carretera del pantano y entrar en el Alt Penedès con el mayor grupo de ciclistas posibles para a partir del segundo avituallamiento continuar y los más rezagados quedar fuera de la cápsula de seguridad con tráfico abierto.
Ya lo comprobamos en La Purito que con tráfico abierto los participantes extreman mas la seguridad, no se trata de una marcha cronometrada de principio a fin y se trata de ir en grupos donde darse apoyo y de paso conocer y charlar con la gente. Estas marchas, poco a poco, están haciendo cambiar el chip de carreras encubiertas y me parece muy interesante este cambio de tendencia.
Quien quiera correr, ya lo sabe, que corra carreras...
Otro aspecto que me sorprendió gratamente es que dentro del pelotón existieran ciclistas de la organización que velaran por la seguridad y cumplimiento de las normas de tráfico y que podrían sancionar a aquellos que tiraran envoltorios a la carretera... muy buen detalle sin duda. Todos hemos vistos a esos pseudopros haciendo lo que no debe hacer un cicloturista y ese detalle me gustó que lo tuvieran en cuenta. La señalización perfecta, muy currada, los avituallamientos correctos, el recorrido muy atractivo, y eso que soy de Barcelona, vivo en Vilanova i la Geltrú y conozco muy bien el Penedès y sus caminos rurales...
Me han hecho disfrutar mucho de mi propio entorno y eso tiene mucho mérito.
Esta marcha/evento de ambiente cicloturista internacional es la que recomendaría por ejemplo a amigos ciclistas de otras comunidades o países para enseñarles los alrededores de Barcelona desde un recorrido seguro con bellos paisajes para pasar unos días de turismo en Barcelona.
Cada marcha tiene su esencia y su filosofía y sin duda la Oakley Gran Fondo Barcelona es una buena opción de hacer un turismo de capitales importantes del mundo con la excusa de una bonita marcha.
!!!TOTALMENTE RECOMENDABLE!!!
Hasta la próxima...