Amenazaba lluvia, muy negro por el pantano, pero mucho... aunque llevamos unas cuantas semanas de calor -aunque siempre le diga a mi mujer qué parece que haya resfrescado...¿NO?, y se rie...-
Una mañana fresquita por fin, de nubes amenazantes pero la ruta era esa y había quedado con un ser escurridizo y caro de ver así que había que aisitir a la cita.
Me voy solo hacia el camping, la grupeta de la Cote intermedia a última hora decide ir hacia el Este, evitando la negrura amenazadora ... así q a la altura del camping llamo y me dice que está debajo del puente de la autopista... tranquilo, ya voy para allá... bajo goterones desproporcioandos...
Me voy solo hacia el camping, la grupeta de la Cote intermedia a última hora decide ir hacia el Este, evitando la negrura amenazadora ... así q a la altura del camping llamo y me dice que está debajo del puente de la autopista... tranquilo, ya voy para allá... bajo goterones desproporcioandos...
Punto de encuentro y tiramos para adelante... sin perder el humor ya empapados encontrando a otros locos con cara de circunstancia... ja ja, estamos mu lokos, les grito a unos, y rien...
En ese momento bajo la espesura de la lluvia, menos mal que trajo el Couto la funda de neopreno donde metemos las carteras y los moviles para salvarlos de su evidente final...
Y mientras pedaleábamos yo me tele-transporté 5 años atrás. en la Marmothe del 2010 donde después de comernos una buena pizza en la Valloire, camino del Galibier, reanudando la marcha comenzó a tronar... por un instante dudamos y nos subimos al autocar para retirarnos desfondados tras subir el Glandón y el Telegráphe mareados del terrible calor... con un 2600 no se juega.
En ese momento, cinco años después, sabíamos que aquello no era nada pero q a la vez nos estábamos reencontrando con una cosa q teníamos ahí clavada... se trata de seguir adelante mientras el cuerpo pueda, la lluvia nos transportaba y nos sumergía en la energía del agua, nos redimía en una especie de rito de iniciación vital.
Mientras, entre riadas de agua y piedra por la carretera, un par de rayos tronaron relatívamente cerca de nosotros... va a ser mala suerte Couto, le dije, que para una vez que sales te vaya a caer un rayo encima!!!!
Subimos camino de las Masuques y poco a poco la lluvia fué cesando... no recordaba tanta agua encima durante mi vida de cicloturista, supongo, que los malos recuerdos los olvide pronto nuestra mente y solo aprecie los buenos.
Por la zona de Sant Marçal las riadas de agua con tierra de las viñas en algún punto asustaba y nos metimos por algún camino rural para sentir mas cerca los obstaculos que llevaba el agua...
Decidimos parar a almorzar en la Munia y ver si nos secábamos un poco...
Nos sentamos en la mesa y al rato la señora del bar nos dijo si habíamos roto aguas!!! Menudo charco dejamos debajo de nuestras sillas... pero como hacía calor, nos secamos y retomamos la ruta por Font-rubí y mas caminos rurales. Nos reencontramos con las buenas sensaciones, la buena charla y el ritmo tranquilo de los caminos del penedès.
Teníamos pendiente una salida como esta hacía mucho tiempo...
Teníamos pendiente una salida como esta hacía mucho tiempo...
!!!COUTO HA VUELTO!!!