Basta con mirar detenídamente una fotografía del pasado para hacernos una idea de lo que ha supuesto la bicicleta para millones de personas en todo el mundo. Generación tras generación al margen de modas, hábitos de vida, progresos ó realidades. Después de tantas gestas deportivas, héroes, etapas, clásicas y Grandes Vueltas... ¿qué es lo que queda?
Ella permanecerá por siempre mientras exista la humanidad como estilo de vida, como forma de ver el mundo y de vernos a nosotros mismos. Desde el logro deportivo hasta las personas que se desplazan a sus trabajos ó llevan a sus hijos a las escuela... Desde el recordman de la hora a las personas jubiladas que van a dar un paseo... TOD@S tienen su relación especial con la bicicleta.
Montar en ella como forma fácil y sencilla de desplazarse sin tener que coger un coche, sin contaminar, sin hacer ruido, sin estridencia y sin ocupar las calles con coches aparcados por doquier... Porque ir en bicicleta es mucho mas que ir en bicicleta... es la constatación de que un futuro mejor es posible, es la luz de esperanza que brilla en nuestros ojos, es una parte muy importante en nuestro día a día, semana a semana, mes a mes, años a año...
Un momento de intimidad en equilibrio, una palpitación vital en nuestro pecho, el aire, el sol, las montañas, las nubes... las calles, los jardines, los árboles y los puentes ante nuestra mirada de niño... es la paz del recorrido tranquilo, de la mirada puesta en el horizonte, de sentir el placer de dar pedales en tu vehículo descapotable... Cuando alguna vez, por lo que sea, no puedes salir a dar una vuelta te das cuenta de lo mucho que pierdes ese día, de que te falta algo - o mucho- no eres el mismo al no poder ir a tu cita terapéutica contigo mismo... ese momento en el que se para el mundo mientras pedaleas.
Ir en bicicleta se convierte en algo mucho mas importante de lo que creemos precísamente por su sencillez y porque nos devuelve unas sensaciones que la vida moderna olvida.
¿TE LO VAS A PERDER?